Pasada una semana de este año nuevo y con la compra de última hora en regalos para el día de Reyes, seguro que son muchos los que han sufrido la subida del IVA en muchos artículos tecnológicos; y es que con la entrada del 2015 han sido diversos los cambios y reformas en las leyes.
En cuanto a tecnología y bienes digitales, el día 1 de Enero entró en vigor en Europa una nueva Directiva (2008/8/EC) por la que los consumidores de productos digitales verán un leve incremento del precio final de los productos a adquirir (e-books, aplicaciones móviles, contenidos DLC, juegos digitales, software y actualizaciones, revistas on-line…).
Los cambios que podemos ver durante este año respecto a esta subida de precio, van a afectar mucho más a grandes empresas como son Amazon o Apple. Ambas multinacionales contaban con un IVA reducido del 3%, en el caso de Amazon en sus libros digitales, y de un 15% en sus apps y en las de Apple. Estos porcentajes venían dados desde Luxemburgo, donde tienen su sede fiscal, y podían beneficiarse de estos márgenes por dicho aspecto.
Ahora, con este nuevo cambio de ley, las compañías que vendan bienes digitales vía Internet deberán aplicar el IVA correspondiente al país donde lo están vendiendo, o lo que es lo mismo, desde donde se compra el producto.
En el caso Amazon, el cambio de IVA aumenta considerablemente del 3% al 21% que es el IVA correspondiente a esta categoría en nuestro país. La gran diferencia de precio, como es en el caso de los e-books, puede que se vea reflejada en el precio o por el contrario, los vendedores decidan asumir ellos el cambio y no repercutir en el consumidor final. Esto formará parte ya de una estrategia de marketing y ventas que deberán tener muy en cuenta.
Pero no solo afecta a los libros electrónicos de la compañía, también como antes comentábamos, este porcentaje de IVA vendrá aplicado a todos los bienes digitales comprados mediante Internet o teléfono (tiendas apps, venta on-line), por lo que una app que antes costaba 0,89€ ahora sube a 0,93€.
Esta medida, impulsada por la Comisión Europea, pretende luchar contra la competencia desleal y esperan recaudar con ello 3.000 millones de euros de IVA para este 2015 en cada país miembro de la UE. Pero no todos ven con buenos ojos esta nueva implantación, los comercios y vendedores, sobre todo pequeñas empresas, se quejan de que esta medida llevará a un gasto de recursos adicional por tener que asegurar cual es el domicilio de cada cliente y cambiar los precios de sus productos dependiendo del país donde vayan a comercializarlos.
La medida no sabemos si traerá beneficios para el país, pero lo que sí sabemos es que no siempre llueve a gusto de todos.