Regulación de las aplicaciones móviles de salud en Europa: el Distintivo Appsaludable

La salud móvil o mHealth está transformando la manera en la que se prestan los servicios sanitarios, prometiendo mejorar la calidad de vida y la seguridad de los pacientes y ofreciendo nuevas formas más eficientes de trabajo, mejorando la participación e implicación de la ciudadanía.

Sin embargo, plantea también importantes desafíos para los sistemas sanitarios y los propios pacientes, ya que el espectacular desarrollo de este sector no se ha acompañado de prácticamente ninguna iniciativa de regulación, tanto que actualmente las únicas barreras a la comercialización de aplicaciones móviles de salud son las que establecen los propios markets, con lo que esto conlleva en términos de conflictos de intereses. Esto no sucede en ningún otro sector médico o de la salud en general.

Por otro lado, existen numerosos estudios y artículos científicos que alertan de los riesgos de una inadecuada utilización de aplicaciones móviles por parte de los pacientes.

Una adecuada regulación permitiría evitar o minimizar los riesgos para los pacientes en el uso de apps de salud, ayudarlos a elegir aplicaciones acorde a sus necesidades, impulsar el uso de las herramientas informáticas de salud para mejorar la comunicación entre los profesionales y los pacientes, permitir que los desarrolladores de aplicaciones se diferencien de sus competidores, lo que ayuda a crear mejores productos y conseguir una mejor posición en el mercado.

Escenario en Europa

Con este objetivo, a mediados de 2014, la Comisión Europea puso en marcha el ‘Libro Verde de la salud móvil’ (Green Paper on mHealth), una consulta abierta sobre la forma de utilizar la tecnología móvil con el objetivo de mejorar los servicios sanitarios en Europa. En este documento se señala que la implementación de la movilidad en la prestación de servicios sanitarios tendrá un impacto potencial en la prevención y mejora de la calidad de vida, el empoderamiento de los pacientes y la eficiencia y sostenibilidad del sistema sanitario. Se estima que la adopción masiva de la mSalud supondría para la Unión Europea un ahorro en los cortes sanitarios de hasta 99.000 millones de euros.

Sin embargo, en la propia Unión no existe un marco común para la regulación de este sector, lo que ha propiciado el surgir de iniciativas aisladas en algunos de los países miembros, algunas anunciadas y otras ya en marcha. Un hecho positivo, sin duda, pero si no se consiguen conectar estos proyectos en un marco de regulación europeo corremos el riesgo de enfrentarnos a una situación de fragmentación excesiva.

Iniciativas en España

En Andalucía hay una larga experiencia de certificación en otros ámbitos de atención a la salud, como son los centros y unidades sanitarias, las competencias de los profesionales, la formación continuada y las páginas web. La rápida penetración de las aplicaciones móviles en este sector hizo reflexionar sobre las oportunidades y riesgos que planteaba para los pacientes y las organizaciones, y, al ver que apenas existían iniciativas de regulación, se decidió poner en marcha un proyecto de certificación dirigido a evaluar la calidad y seguridad de apps de salud.

Así, en febrero de 2012 fue creada la Estrategia de Calidad y Seguridad en aplicaciones móviles de salud, cuyo primer paso fue la publicación de una Guía de Recomendaciones para el diseño, uso y evaluación de aplicaciones móviles de salud, la primera publicación en español en esta materia.

Distintivo AppSaludable

Posteriormente, en mayo de 2013, se lanzó el Distintivo AppSaludable, la primera iniciativa de regulación en español para reconocer la calidad y la seguridad de apps de salud, tanto públicas como privadas. La evaluación que se lleva a cabo desde ACSA para conceder el Distintivo se basa en las 31 recomendaciones de la guía, que se estructuran en 4 bloques relativos a aspectos como: el diseño y la pertinencia de la app, la calidad y la seguridad de la información que gestiona, la prestación de servicios, la confidencialidad y la privacidad.

Este tipo de iniciativas aumenta el nivel de confianza de las aplicaciones móviles que los ciudadanos utilizan en la gestión de aspectos relacionados con su salud y, lejos de constituir un freno al desarrollo de nuevos productos, constituye una gran oportunidad para crecer en calidad e innovación. En la experiencia se ha podido comprobar cómo se crean sinergias muy importantes con el propio sector privado y las empresas que desarrollan apps, que se han mostrado muy interesadas en abordar la calidad y la seguridad en el desarrollo de sus productos.

Conscientes de ello, en Andalucía están trabajando en el próximo paso, que consiste en un proyecto para la creación de un catálogo corporativo de aplicaciones móviles de salud, mediante la personalización e integración de servicios en el marco del Sistema Sanitario Público de Andalucía, cuyo núcleo central, el elemento que dará acceso al desarrollo de cualquier iniciativa en este marco, será precisamente la certificación.

http://www.calidadappsalud.com/


Fuente: Javier Ferrero Álvarez-Rementería. Responsable de Entornos Digitales y Sistemas y Tecnologías de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía