Hacia la conectividad omnipresente 'Connected world'

Resumen del artículo "Hacia la conectividad omnipresente"

Fuente: sección INnovadores de elmundo.es


Bosch presentó en Bosch ConnectedWorld 2018 Berlín su estrategia de Internet de las Cosas que abarca desde la clásica sensorización de las fábricas hasta el hogar conectado, pasando por procesos logísticos inteligentes o una agricultura más eficiente por medio de la tecnología.

Nos podremos creer las cifras de las firmas de análisis y los propios fabricantes (que oscilan entre los 50.000 y los 30.000 dispositivos conectados para un horizonte de aquí a 2025), pero de lo que no hay duda es que el Internet de las Cosas es la gran promesa de la industria para lograr la tan ansiada conectividad omnipresente.

Un paradigma de nuevo cuño en el que se engloban aplicaciones tan diversas como el hogar inteligente, la movilidad del futuro (con el coche autónomo como principio y fin de un sueño en el que también encontramos vehículos voladores o cápsulas conectadas), la industria 4.0 la logística del mañana (capaz para el crecimiento del comercio electrónico) o una agricultura más eficiente y saludable para el incremento de la población mundial.

Bajo todo ello, encontramos hardware, software y servicios que trabajan juntos bajo un mismo paraguas. Al mismo tiempo que vemos cómo el Internet de las Cosas se ha convertido en el espejo que mejor refleja la convivencia de los titanes de antaño con start ups que prometen revolucionar la forma en que nos aproximamos a todos estos desafíos.

¿Pero hay ejemplos con cara y ojos?

En un evento celebrado esta semana en Berlín, la multinacional ha confirmado que ya ha diseñado, desarrollado y desplegado unos 250 proyectos de Internet de las Cosas, tanto internamente como con sus clientes. De hecho, actualmente Bosch trabaja en 170 proyectos propios destinados a toda esa amalgama de nichos de actividad que conforman el heterogéneo patio de juego del IoT. Pero el dato más revelador de que el futuro del Internet de las Cosas ya está aproximándose a la casilla de salida es que la firma haya vendido durante el pasado curso unos 38 millones de productos preparados para ser conectados.

Redondeando las cifras, el middleware de Bosch ya sirve de pegamento a más de 6,2 millones de sensores, dispositivos y máquinas con sus respectivos usuarios y aplicaciones de negocio.

Cosas que encontramos en todos los puntos donde el IoT está marcándose sus objetivos, como las smart cities crecen a un ritmo del 19% anual, con la previsión de mover 700.000 millones de euros en 2020, y donde Bosch tiene proyectos en 14 urbes desde San Francisco hasta Tianjin, nuestra cocina conectando lavadoras y hornos con asistentes de voz inteligentes, el mundo agroalimentario en la explotación de ganado, donde se controla el aumento de peso de los animales mediante sensores conectados; o en Alemania, donde la tecnología de Bosch sigue el crecimiento de tomates, espárragos y patatas.

En torno a la industria Bosch acaba de crear una nueva división específicamente pensada para impulsar la adopción del IoT en las plantas de fabricación, predicando además con el ejemplo, con 500 empleados y el objetivo de incrementar las ventas en este segmento en 1.000 millones de euros para 2020.